La devoción del pueblo canario volvió a hacerse sentir con fuerza con la emotiva bajada de Nuestra Señora del Pino desde Teror hasta la capital grancanaria. La Virgen inició el camino a las 6.20 horas y llegó a la Catedral a las 18.00 horas.
Acompañada por miles de fieles, la patrona de la diócesis de Canarias recorrió durante doce horas el camino que la llevó hasta la Catedral de Santa Ana, en el corazón del casco histórico de Vegueta.
Desde primeras horas de la mañana, personas de todas las edades —mayores, jóvenes y niños— se unieron en peregrinación, en un ambiente de fe, emoción y profundo respeto. A lo largo del recorrido, no faltaron los cánticos, las oraciones y los gestos de cariño hacia la imagen de la Virgen, que avanzaba lentamente entre muestras de fervor popular.
La llegada a la Catedral estuvo marcada por momentos de gran intensidad emocional. Una multitud se agolpó en la plaza de Santa Ana y en las calles adyacentes para recibir a la Virgen del Pino, en un acto que volvió a poner de manifiesto el arraigo y la fe que despierta entre los canarios.
Entre lágrimas y aplausos, la imagen fue recibida con honores, cerrando una jornada que quedará en la memoria de todos los que participaron y presenciaron este importante acto de religiosidad y tradición popular.
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