La Catedral de Canarias acogió este jueves 23 de octubre la Eucaristía de acción de gracias por la canonización de sor María Troncatti, presidida por el obispo auxiliar, Mons. Cristóbal Déniz.
Sor María Troncatti (1883-1969), misionera salesiana italiana de las Hijas de María Auxiliadora, fue canonizada el pasado domingo por el papa León XIV en Roma. Su vida fue una continua entrega a Dios y al prójimo, especialmente durante su misión en Ecuador, donde sirvió entre las comunidades indígenas shuar como enfermera, educadora y mediadora de paz. En ella, la fe se hizo servicio concreto y amor que sana.
Durante la homilía, Mons. Cristóbal Déniz destacó que sor María fue “una mujer de esperanza firme”, que supo mantener viva la fe en medio de las dificultades. Recordó también las palabras del Papa, al afirmar que los santos son luz en medio de las tinieblas, lámparas que iluminan el mundo con su testimonio.
El obispo felicitó de manera especial a la familia salesiana, animándolos a seguir el ejemplo de la nueva santa, “una mujer misionera que hizo de su vida una entrega total al Evangelio”. Añadió además una invitación a toda la diócesis:
“Pidamos que esta llama, la de una vida entregada por el encuentro con Cristo, se contagie en nuestra familia diocesana.”
Mons. Déniz recordó que Jesús trae fuego al mundo, un fuego que purifica, impulsa a la acción y nos llama a comprometernos frente a las injusticias.
Sor María Troncatti, nueva santa de la Iglesia, nos deja el testimonio de que la santidad se vive cada día, en la sencillez del servicio, en la confianza plena en Dios y en el deseo de transformar el mundo con amor.
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