13-11-2025 Jueves, XXXII semana - tiempo ordinario
12/11/2025

Finalizan las Jornadas de Teología en el ISTIC


El Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias (ISTIC) ha celebrado del lunes 10 al miércoles 12 de noviembre sus Jornadas de Teología 2025, en el Aula Magna del ISTIC, en horario de tarde. Se trata de la edición número quince de las Jornadas. 

Bajo el lema “El amor y sus formas (eros, filia y ágape): una mirada creyente”, las Jornadas de este año invitaron a reflexionar sobre una de las realidades más profundas de la experiencia humana y uno de los ejes centrales de la fe cristiana: el amor.

La primera ponencia se celebró el lunes 10 a las 17.30 horas, con la intervención de Mons. Luis Javier Argüello García, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, quien desarrollará el tema “Dimensión social del amor”.

A lo largo de las distintas ponencias se abordaron cuestiones de gran relevancia teológica y pastoral, como la implicación del amor en la construcción del bien común, los nuevos desafíos de las relaciones afectivas en la sociedad actual, el sentido cristiano del amor en la familia y el matrimonio, y la revelación del amor divino en la Sagrada Escritura, plenamente manifestado en el Dios Trinidad.

Asimismo, se reflexionó sobre la mística del dejarnos amar y el amor como clave hermenéutica de la fe cristiana, proponiendo un espacio académico de diálogo interdisciplinar y reflexión teológica.

Estas Jornadas han tratado de profundizar en la comprensión cristiana del amor como principio de comunión, fuente de esperanza y núcleo esencial del mensaje evangélico, ofreciendo una oportunidad para el encuentro entre la fe, la razón y la vida social contemporánea.

A pesar de que estaba programado que finalizaran el jueves, el acto de clausura se celebró el miércoles debido a la alerta meteorológica decretada por el Gobierno de Canarias que suspendió la actividad lectiva en todas las islas. 

Crónica de la jornada inaugural por Francisco Mira:

Con puntualidad británica, comenzaron este lunes 10 de noviembre del 2025, las XV jornadas de teología en el Instituto de Teología Islas Canarias (Istic), bajo el título el amor y sus formas (eros, philia y ágape): una mirada creyente.
El nuevo director del Istic,  Francisco López Armas, dio la bienvenida a los asistentes (unas 100 personas) en la que constató que las jornadas de teología son una necesidad y una oportunidad en el mundo de hoy. Hoy, más que nunca, se necesita hablar de amor, en un mundo donde parece que no existe,  y además desde la postura del creyente, desde la fe. No debemos de olvidarnos que el amor es la clave de nuestra fe, porque como dice san Juan, Dios es amor.
A continuación tomó la palabra el obispo auxiliar de nuesstra diócesis, Cristóbal Déniz, quien puso de relieve que en el mundo de hoy tiene que haber una gran conexión entre la fe y la cultura y donde el amor ha de servir de nexo de unión entre ambas. Así lo han reflejado los Papas a lo largo de los últimos años, en especial Juan Pablo II, Benedicto XVI y el papa Francisco. Este último decía que «Dios es comunión de amor», y eso no podemos olvidarlo nunca. A Dios tenemos que dejarle hueco en un mundo asolado por el odio y la guerra.
Luego desglosó la trayectoria del ponente que no era otro que Monseñor Luis Javier Argüello García, arzobispo de Valladolid, de 72 años, licenciado en derecho y en la actualidad presidente de la Conferencia Episcopal Española.
 Luis Argüello, a lo largo de unos cincuenta minutos disertó sobre «la dimensión social del amor», en la que comenzó diciendo  que el amor social nos remite al hombre, a la antropología, a la Doctrina Social de la Iglesia, tal y como lo refleja Benedicto XVI en Deus caritas est.
Estamos viviendo, dijo Luis, unos tiempos de post: post-modernidad; post-entrenamiento.... El tiempo moderno, el tiempo de hoy, pone en pie al hombre. La persona humana, ha quedado reducida al individuo. El tiempo moderno es un tiempo de tendencia hacia Dios. Pero, como todo en la vida, hay tiempo de luces y sombras, donde la libertad y el amor tienen sus más  y sus menos.
Sin duda vivimos en un tiempo de búsqueda, pero también de escucha e incluso de censura. Algunas inquietudes del corazón son censuradas antes de ser expresadas. La dimensión social del amor es un punto nuclear. Somos seres relacionales, somos relación en todos los sentidos y germinalmente somos institución. Como todo lo que concierne al cristianismo, esto debe llevarnos al cauce de la inidicativa cristiana.
Antes de Jesús, ya había filia y eros, había capacidad de amar y la filia tiene que ver con la sangre. El eros es el secreto del corazón; sin embarbo ambos tienen una regla en común: la correspondencia.
Viene Jesús y nos libera de la correspondencia, ya que Jesús representa el amor que se da hasta el final (la cruz) y tiene, además, la raíz en el ágape, en el amor gratuito. El amor de Jesús lo recibimos en el bautismo y tiene su culmen en la eucaristía.
Las vocaciones en la Iglesia reciben la forma del amor. La espiritualidad de los laicos es la caridad política, entendiendo por esta, la de los ciudadanos, en diálogo con la caridad conyugal, de la pareja. Es un amor con lo que el hombre es y precisa.
Como nos dice el Concilio Vaticano II , hay que mirar a Jesús que es el amor en persona que nos ayuda, conmueve y alimenta. El servicio del amor tiene que pasar por unas manos entregadas. El amor hace despertar nuestros pensamientos para pasar de lo impensable a lo posible y abrirnos a revelación de Dios.
El amor de Jesús, como tiene que ser el nuestro, es un amor hasta el final, hasta entregar toda la vida. La caridad tiene que tener una dimensión social y la fuente de la caridad es la Trinidad: Dios Padre, Hijo y Espíritu en el amor. 
La Iglesia nos tiene que iniciar en el amor, y los pobres son el horizonte de la escatología, donde el amor alcanza su plenitud. 
Por ello, aunque algunos lo nieguen, el amor tiene una dimensión social que para los cristianos está fundamentado en el Dios Trinitario.

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