Carta Pastoral: Campaña de Manos Unidas 2024

El Efecto Ser Humano,
la única especie capaz de cambiar el Planeta

Carta Pastoral con ocasión de la

Campaña de Manos Unidas 2024

contra el hambre en el Mundo

Domingo 11 de Febrero de 2024

Manos Unidas inicia su Campaña 64 contra el hambre en el mundo con el lema: “El Efecto Ser Humano, La única Especie capaz de cambiar el Planeta”.

Vivimos en un mundo, como denuncia el Papa Francisco en la Encíclica Laudato Si, donde hay un exagerado antropocentrismo, lo que impone la lógica de usar y tirar, justificando así todo tipo de descarte. Francisco insiste en esta línea con su Exhortación Apostólica Laudate Deum, haciendo una llamada a la comunidad global para que vean la crisis climática no solo como un desafío técnico o político, sino también como una crisis moral y espiritual. Invoca principios bíblicos y teológicos para abogar por un sentido más profundo de la responsabilidad y la custodia de la Tierra como creación divina e identifica los intereses económicos y políticos como los causantes de perpetuar un modelo insostenible de desarrollo. Condena la desinformación difundida en medios de comunicación y señala que la mentalidad de buscar ganancias inmediatas está desviando la atención de la acción climática necesaria para garantizar un futuro sostenible.

Ante esta realidad, Manos Unidas con su lema de este año hace una llamada para que afrontemos nuestra responsabilidad en la edificación de la “casa común”, y nos invita a que el efecto Ser humano no sea causa de un cambio que aumente la división y la desigualdad.

Necesitamos actuar responsablemente y redescubrir el principio y el sentido último de nuestro papel en la Creación: el amor de Dios, del que procede todo lo creado como un don para todos. Don del cual no podemos disponer como si fuera de nuestra propiedad absoluta.

Como afirmaba el Papa Francisco, en su Discurso a los participantes en la Conferencia Internacional en el tercer aniversario de Laudato Si, el 6 de julio de 2018:

“son los pobres los que sufren el peor impacto de la crisis climática: son ellos los más vulnerables a los huracanes, las sequías, las inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos…Por lo tanto, hace falta valor para responder a los gritos cada vez más angustiosos de la tierra y de sus pobres.”

Es necesario, como cristianos y desde la Doctrina Social de la Iglesia, escuchar los gritos cada vez más angustiosos de la tierra y de sus pobres. Es necesario recordar a todos que, si la especie humana es la única que puede cambiar el planeta, no puede olvidar que tiene la importante obligación moral de cuidar y proteger nuestro “hogar común”, el planeta Tierra, así como de ser solidaria con los miembros más pobres y vulnerables de la sociedad que son quienes más están sufriendo el cambio climático.

Es éste un reto para Manos Unidas que, como asociación de la Iglesia Católica inspirada en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia, quiere dar respuesta a las causas y problemas que provocan el hambre en el mundo. Y para ello, entre otras cosas, en este año quiere acentuar la necesidad de controlar el efecto Ser humano para que se actúe con prudencia y responsabilidad en nuestras economías y se adopten decisiones realmente eficaces para contrarrestar los cambios climáticos que ayuden a combatir la pobreza y promover el desarrollo humano integral.

Ante este reto quiero invitar a todas las parroquias, movimientos, asociaciones y comunidades cristianas de nuestra Diócesis de Canarias a participar en esta campaña que celebra Manos Unidas. Os animo a uniros a ese gesto significativo del «Día del Ayuno Voluntario» que se celebrará el viernes 9 de febrero, y a ofrecer una generosa aportación económica en las colectas de las Misas del próximo Domingo, 11 de febrero. No podemos olvidar que no sólo de pan vive el hombre; de ahí que la campaña no puede quedarse en un donativo, una limosna, sino en sentir el deseo eficaz de justicia, apoyando con nuestra oración y nuestras fuerzas todas aquellas causas que trabajan por conseguir justicia e igualdad para todos los seres humanos.

Por último, deseo enviar un mensaje de felicitación y estímulo a los numerosos asociados y colaboradores que, inspirados por su conciencia cristiana, están comprometidos con Manos Unidas.

Con mi cordial saludo y bendición,

X José Mazuelos Pérez

Obispo de Canarias